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DE REGRESO A LA MALA VIDA...

Por mi madre, si yo tenía un blog. Que cabeza la mía. Pero ¿cómo no me avisa nadie de estas cosas? Bueno, la verdad es que si que me acordaba un poco de que tengo un blog, lo que pasa es que como ya lo ha estado comentando el mono al que le pago para que maneje mi cuenta de Twitter, he estado trabajando un montón y no me había podido ocupar de esto. Y lo malo de cuando trabajo mucho es que después no me quedan ganas de pasarme más horas frente a la compu, así que se puede decir que casi ni me metido en internet. Para empeorar la cosa, estoy haciendo un curso de un idioma absurdo (algo así como el elfo pero menos útil) que me ocupa muchísimo tiempo libre. ¿Que le voy a hacer? Pegue es pegue. Como compensación por este desagravio a ese mar de lectores de este blog (cinco personas), voy a hablar un poco de una de las cosas que más me molestan en general LA MALA CULTURA MUSICAL.


Hace mucho, mucho tiempo que no tenía tantas ganas de cruzarle la cara a alguien, pero de darle un revés de derecha así, con la mano volteada, ¡Zas! En toda la boca!

Les expongo la situación:

Domingo 31 de marzo, tomando unas cervecitas Coca Cola con mis prim@s cerca de su casa. Entre ellas, una prima (que no es LaVane) muy divertida que tengo, 4x – 15 ≤ 2x + 21 años más vieja que yo, y que siempre me ha caído muy bien.

En esto que a los del bar les da por poner pop-rock español, y ponen la de “Sin Aliento” de Danza Invisible. Y va mi prima y suelta “Que buena que era esta canción de Duncan Dhu”. No hace falta leerse El arte de la Guerra para saber que hay batallas en las que es absurdo meterse, y pasé de hacerle ver su error. Todos nos reíamos, y nadie lo hizo.

Al rato, ponen otra canción más rockera, y allá va mi prima “¡Me encanta esta canción! No sé si era de Tequila o de Nacha Pop!”, a lo que yo respondo, para sorpresa general “Pues yo no la he escuchado en mi vida”.

Y en ese momento, mi prima me mira de reojo, arruga la nariz en plan “Este bar huele a ajo” y me suelta “¡Qué falta de cultura musical!”

¿¿¿ PEEEEEEERRRRRDOOOOONNN???

¿¿VOS, que crees que “Sin aliento” es de Duncan Dhu; VOS, que tanto te gusta esa otra canción y ni siquiera sabes de quién putas es… VOS me decis A MÍ, que hace poco estuve en el Teatro viendo la clausura de la X temporada de música clásica; A MÍ, que me acabo de descargar conseguir el Rienzi de Wagner en versión de concierto… VOS me decis A MÍ “¡Qué falta de cultura musical!”??

¡Mirá, andate a la mierda niñata cabrona! ¡Pero que putas te has creído! ¿Estás apendejada o qué te pasa? ¿Sos idiota? ¿Vos vas a darme lecciones de algo? ¿A mí? ¿Pero estamos todos locos o qué? ¿“Falta de cultura musical”? ¿Vos a mí, renacuajo insolente? ¿Pero qué locura es esta?

Aaaaargh!! Yo la maatooooo!!!

Para que se hagan una idea de la furia que me invadía en ese momento, pueden imaginarme más o menos así:


Tuve un compañero cuando trabajé en “El Antro” que un día me dijo, con cariño y una gran sonrisa, “Te voy a meter un galletazo que no vas a pasar hambre en el camino”… ¡Qué gran frase! Eso es lo que le hubiera calzado a mi prima hoy, pero literalmente.

¿Que “cómo sos Rich”? Ya. ¿Que exagero? Pues me vale. ¿Que les parezco un snob y un clasista y un no-sé-qué? Pues me vale también. En ese momento me valía todo, porque me sentó como una patada en los mismísimos… Hijelagran…



Va pue, ya me desahogue un poco. A seguir con lo mío.

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