...Si tuviéramos que rehacer nuestros currículums, todos podríamos añadir que somos expertos en marketing. Si, si. Somos nuestros mejores vendedores. Expertos en vender nuestra imagen a los demás. Y no me refiero a la imagen física, que esa es totalmente manipulable, sino a la personal.
Parece ser que cuando alguien nos interesa (entiéndase en el sentido de sexo/pareja/amor o similares) desplegamos toda una estrategia de venta.
Por ejemplo:
Si a la otra persona le gusta el cine de autor checo subtitulado en un dialecto mandarín, a tí también, y al llegar a casa, quemas google buscando información y pones a grabar "Días de Cine" y te aprendes de memoria todos los gestos de Antonio Gasset.
Si le gusta echarle ketchup a las lentejas, a tí el ketchup no sólo te encanta, sino que además te conoces las 22 mejores marcas del dichoso tomate, y todo esto se lo dices mientras empapas tu hamburguesa en el tomatito.
Si esa persona disfruta en un concierto de Guns&Roses,tú te callas que coleccionas todos los éxitos de Bisbal y la noche del concierto te pones una peluca que llega hasta donde la espalda pierde su casto nombre y empiezas a menear la cabeza de tal manera que la gente de tu alrededor empieza a aplicarte los primeros auxilios para epilépticos.
Si a la chica o chico de tus sueños adora pasar sus vacaciones en playas a 50 grados a la sombra, tú le dices que olé,olé y olé, que sientes que es tu alma gemela, aunque por dentro piensas que la arena es un asco y que tu amor por el agua salada se limita a la que pones para cocer los macarrones.
Podéis pensar que exagero, pero estas cosas pasan. Nos apetece tanto tener a alguien que somos capaces de engordar o adelgazar nuestra personalidad según veamos el proceso de ligue.
El problema de esto, es que llega un momento en que nos explota en la cara. Y cuando lo hace, sale todo a presión, y te sientes como en un capítulo de "Luz De Luna" pero sabiendo que no te van a pagar por la bronca...
La pregunta quizá es el por qué nos tenemos que vender. ¿Es porque nos infravaloramos? ¿es por qué hay mucha competencia y hay que ser el o la mejor? ¿O simplemente hay gente que se "redecora" para conseguir aventuras fáciles?.
Ahí os dejo el reto de la respuesta...
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