Aun estoy vivo, y pues "Es lo que hay".... Llevo semanas en las que -día a día- pienso o recuerdo algo y me digo que sería perfecto para empezar una entrada en este blog. Quizá debería tomar notas, pero la premeditación no me apasiona y las trampas tampoco.
No sé quién aun lea el blog, pero lo más seguro es que sea alguien que ha caído de rebote poniendo alguna palabra o frase en un buscador y se quede porque la curiosidad es muy amiga del tiempo libre; o porque zambullirse en palabras ajenas es muy terapéutico. En este momento sólo puedo desgranar pensamientos de manera desordenada, aunque como diría Charlie Crews, «todo está conectado».
Esto es simplemente una publicación programada, en estos momentos no tengo Internet y probablemente esté embarcando en un viaje hacia un lugar al que me encantaría visitar en otras condiciones... Si, es muy lindo abrir horizontes, conocer lugares y todo pero, NO, no estoy feliz, ni nada por el estilo tengo en mi cabeza una sensación de vacío. Pensaran que es por estas fechas, pero no, la verdad es que no soy de las personas que se apegan tato a la familia, y en el ámbito de estas fechas pues, para mi es simplemente una fecha más, así que no la odio; aunque muchos me digan que soy el Grinch. ¡¡¡Pero aquí no hay nada más!!!
02:41am
En el móvil tengo abiertas 16 pestañas en el navegador. El aire huele dulce, como a manzanas asadas cubiertas de canela o membrillos recién cortados, culpa del perfume de última hora de alguna señora aquí en este lugar. De fondo un silencio ensordecedor, mezclado con el murmurar de las personas que vienen a despedirse de sus familiares o seres queridos.
02:57am
Suena el móvil. Un e-mail de alguien para recordar la reserva y el numero de habitación del hotel y quedar el día 28 a comer en el Taoyuen con mucha otra gente "importante". Imposible. Me fascina la gente que se comunica de madrugada, estamos hechos de una pasta -y algo de caradura- diferente. En general tengo una agenda nutrida, pero sólo algunos contactos pelean contra la medianoche y la madrugada. Y no culpéis a whatsapp y demás aplicaciones: toda la vida he recibido, hecho y enviado llamadas, mensajes y mails a horas intempestivas. Me gusta recibir cuando no espero.
03:25am
En menos de 20 minutos sale mi vuelo, ya me he despedido de mis familiares que aun sabiendo que me voy menos de una semana nada más, a costa de su sueño han venido a despedirse. Desde el ventanal de la sala de abordaje se supone que debería ser el momento perfecto para llorar o algo por el estilo, más sin embargo estoy acá tecleando las cosas que me pasan por la cabeza. Encaminando hacia mi destino.
Hoy no hay banda sonora, ni foto para el Post.
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